domingo, 1 de junio de 2014

and never wake me up

we can watch this world spin from above..

Qué esperar de alguien? Qué no esperar? Cómo sentirme? Son preguntas que estas últimas 30 y algo horas se me vienen constantemente a la cabeza.
Jamás he sido extremadamente celosa, pero si soñadora, y digamos que eso juega casi siempre una pala pasada. Pelear contigo nunca es fácil. Pero ayer, ayer fue horrible. Nunca me había sentido tan mal, tan indefensa emocionalmente, tan vulnerable. Y es mi culpa, es mi culpa por sentirme así, por dejar que me afectara demasiado, por imaginarme como pudo haber sido... de otra manera. Por dejar que tu indolencia me llegue al corazón, me lo ablande y tus palabras terminen por estrujarlo. Por no confiar en nadie, por pensar en que nada te afecta.
Mi culpa llorar, mi culpa sufrirme la vida entera anoche. No te culpo porque te elegí así. y no pretendo cambiar ni una pizca de ti. Y hoy me cuestiono si es algo que a la larga me vaya a afectar... es que suena grave, y no lo es. Aunque para ti nada es grave en realidad. Pero siendo objetiva no lo es, es una estupidez, enana, insignificante. Pero para mi, wow. Para mi significó el mundo. Ni tus palabras enojado, ni tu actitud por esa red social de mierda, ni tus fotos. Fue la noche, lo que significó para ti estar así.

Es peor cuando estas esperando algo que no va a pasar. Y que sabes que no va a pasar.Y así estaba yo, esperando un "vente", un "la huea estupida. Quiero estar contigo" BROMA.
No se si desilusión sea la palabra indicada. Suena demasiado fuerte en este minuto.
Pero algo me pasó anoche. En una tormenta de emociones, me dolió hasta los huesos. y es que aún me intento explicar que fue realmente lo que me hizo tan mal. Y lo que aún no supero en realidad.
Quizá fue saber que no influyó en nada el estar mal conmigo, quizá fue saber que no ibamos a salir juntos,, quizá fue saber que simplemente saliste, darme cuenta que en ese minuto tu carrete, tus amigos, la cumpleañera, cualquiera era más importante... me llego una foto a las dos de la mañana, yo quedándome dormida a punta de lágrimas, y tu sacando la lengua, pasándolo chancho, arriba de la pelota, con la Roma.
Y me hablas como si somos los únicos del planeta, y por algún motivo no me siento igual.

Y vuelvo a lo mismo de anoche...