jueves, 13 de febrero de 2014

mariposas de invierno

Bueno, están las soluciones rápidas, las fáciles, las difíciles (usualmente las correctas) y muchas otras más. Yo me decidí por lo correcto, por lo que quiero, por cómo me siento. Y es que tú, amor. Llenas mis días. Haces que nuestra confianza valga más que el oro, más que cualquier otra relación. Y él, él ya tuvo su oportunidad, y hoy no me hace ni cosquillas.

Es momento de vivir y dedicarme a hacer las cosas que más me gustan. La fotografía por ejemplo siempre ha sido una de mis pasiones, cosa que he abandonado sin siquiera una simple razón. Escribir, me fascina, caminar, dibujar... y es que no hago nada en todo el día cuando podría estar abriendo mi mente y dejando salir los más ricos frutos de mi imaginación.

Luego de una semana llena de pensamientos frustrantes, decisiones difíciles y comentarios desubicados, quiero relajarme. Dejar de pensar en lo que hice bien y lo que hice mal. Dejar de pensar en si me va a esperar o va a comenzar a vivir su vida nuevamente. No tengo ganas de terminar nada, y espero no hacerlo en mucho tiempo. Yo tenía la esperanza de que lo suyo terminara y lo esperé sin privarme de otras relaciones. Pero lo han superado.

Me queda un mes y para no arrepentirme tengo que dar el máximo. Todo de mi, si al final todos nacemos para ser campeones, y sin esfuerzo no hay recompensas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario